Parece que las temperaturas propias del otoño empiezan a instalarse, hecho que provoca que el crecimiento de los lithops se haya estancado.


Después de un año que llevo con las siembras de lithops, he aprendido que el peor enemigo que tienen estas plantas somos los seres humanos. Y este semillero lo constata. En mi casa dejé claro que los semilleros son responsabilidad mía... pero nada, el otro día cuando llegué a casa me encontré con la desagradable sorpresa de ver este semillero con los lithops esparcidos y la tierra removida...y la única respuesta que obtuve fue: "lo siento, no volveré a tocarlos". Para que luego digan por ahí que los riesgos que sufren los lithops son la cochinilla y el riego inadecuado. Intenté colocarlos lo mejor posible, pero me temo que sufriré bajas significativas.